Una de las distinciones entregadas este año por L'Oréal y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) recayó en Claudia Maturana Bobadilla, bióloga, magíster y doctora de nuestro plantel e investigadora del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), quien celebró el reconocimiento como un estímulo revitalizador a la adversa investigación que ha llevado en la Antártica durante la última década. En esta nueva entrega de Alumni UChile, la galardonada comenta además sobre la participación y posicionamiento de las mujeres en el ámbito científico y la contribución que esto puede generar a las políticas públicas de nuestro país.
Claudia Maturana Bobadilla es bióloga egresada de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile y también cuenta con estudios de Magíster, Doctorado y Postdoctorado en nuestro plantel. En total, ha completado 15 años estudiando y dedicándose a la investigación dentro de la Casa de Bello, y actualmente es investigadora del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) y del Centro Sub-Antártico Cabo de Hornos. Esta trayectoria y su labor en el estudio de ecosistemas antárticos y subantárticos fue reconocida con el Premio L´Oréal Chile - Unesco For Women in Science 2021, galardón que busca distinguir la excelencia en la investigación de jóvenes científicas, apoyar el futuro talento y aportar a la difusión de la ciencia en nuestro país.
Sobre el premio, Claudia cuenta que “aparece en tiempos bien turbulentos en mi vida. Hoy reflexiono de lo relevante que son los reconocimientos en vida, lo mucho que mueven el espíritu y transforman la experiencia. Este premio viene a renovar muchas cosas, entre ellas, aires de superación, de fortaleza y auto-confianza, que a veces parecen ser esquivas”.
Debido a la complejidad de sus estudios orientados a organismos que solo viven en ambientes de aguas continentales en altas latitudes, su trabajo ha estado lleno de complicaciones. Enfatiza, sin embargo, que esta labor es fundamental en la lucha contra los efectos del cambio climático porque “son paisajes súper vulnerables a esto. Hoy se sabe que estos hábitats están desapareciendo rápidamente y Antártica no es la excepción. Los organismos que ahí habitan son muy pequeñitos y muchas veces no son percibidos, por lo mismo queremos mostrar lo importante que es cambiar el lente y empezar a estudiar y entender la Antártica con una mirada más amplia y diversa”.
Parte importante de su trabajo ha estado enfocado en el estudio de copépodos del género Boeckella, pequeñísimos crustáceos que viven en la Patagonia chilena y argentina, en las islas subantárticas y en la Antártica. Estos invertebrados tienen una historia evolutiva muy antigua, influenciada por la separación de los continentes y eventos climáticos, características que vuelven relevante su conservación y estudio frente al calentamiento global. Claudia, además, ha realizado grandes aportes en el área de la biodiversidad relacionada con estos hábitats al fin del mundo. También desarrolló una extensa colaboración con la agencia del Reino Unido British Antarctic Survey (BAS), labor que le significó estar varios meses como líder de terreno en una base británica.
“Dudo que haya un lugar de la tierra tan intenso como la Antártica. Es un paisaje que ha puesto a prueba todas mis capacidades y dimensiones. Sin duda, es un lugar que te lleva desde la frustración máxima de no lograr tus objetivos, principalmente por las condiciones climáticas, hasta la mágica sensación de sentirte conectada con cada componente del paisaje. Es una relación recíproca donde crees explorar la Antártica, pero en el fondo la Antártica te descubre a ti”, agrega Claudia.
Mujeres en ciencia
Uno de los propósitos del premio recibido por la Alumni U. Chile este año es relevar la importancia y aumento de mujeres en la ciencia durante los últimos años. Para Claudia, ha existido un avance en la participación femenina en investigaciones científicas, y aunque aún falta mucho por mejorar cree que esto puede significar un aporte significativo de cara a las políticas públicas de Chile y otros países.
“Pienso que si bien las cifras mejoran, las brechas continúan y aún existen muchas conductas que han perjudicado históricamente a las mujeres y su desempeño en el mundo científico. Siento que Chile ha avanzado en políticas y protocolos, pero se ha quedado atrás en reformar la educación y cultura machista. No puedes pretender avanzar en posicionar a las mujeres sin un real entendimiento del por qué es relevante nuestra contribución en el ámbito científico. Debemos educar no adoctrinar en estas materias”, asegura Claudia al respecto.
Por último, en cuando al ejercicio de pensar una nueva Constitución, la doctora en Biología asegura que este proceso “te permite salir del modelo que te han impuesto, ampliar tu mente y repensar la sociedad que quieres construir. Desde esa mirada, estoy convencida que mujeres (científicas) pueden generar un cambio real en cómo se hacen las políticas públicas de este país. La investigación y generación de conocimiento debe considerarse un pilar fundamental de nuestra sociedad, sin sesgos de territorio, cultural y género. Sin embargo, la comunidad científica debe ser un componente activo en esta construcción, participar del diálogo y de las comunidades en las que nos desenvolvemos”. (Fuente. Prensa U. de Chile).
.jpg.jpg)
